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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


17 de febrero de 2010

Ni la última luz




Ni la última luz puede encender
la tiniebla, la sombra que palpita
bajo las olas, tenue es voz maldita
incesante solaz donde prender

la memoria y la vida al entender
que una gota de sangre, estando escrita
reverbera en el alma, donde grita
cansada, malherida al fenecer.

Hallar el corazón dentro de un verso
es encontrar estrellas oscilantes
abrazando a la luna melodías
como besos, caricias de universo
y océanos de lluvias, que solo antes
de escribirlas, soñaron ser poesías.


Soneto