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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


15 de julio de 2010

¿Cuándo comenzó la lluvia?


¿Cuándo comenzó la lluvia?
Creo que fue al darme cuenta de que veía borrosas las letras, como si estuvieran llorando; y resbalaban hacia el cielo negando la gravedad que siempre acecha.
No llegué a ver acercarse la oscuridad: el cielo era azul, como el cielo, y al mirarlo era negro: negro obtuso, ese negro que encierra todos los colores y no deja ver ninguno.

¿Cuándo comenzó la lluvia?
Creo que fue hace tiempo, en otra edad distinta, con otra forma de agua, acaso estancada o vacía, cuando verla no suponía unirse a ella y llover a la par, cuando el universo era desconocido y orbitar alrededor de él una caricia que no dejaba señal en la piel.

La tarde comenzó a llover, y sin saberse húmeda ni apagada, insistía en no mover los árboles al compás de la tormenta que el mar fraguaba; y de pronto surgieron ojeras en su rostro, se fue eternizando en el movimiento de una hoja que flotaba en el aire y sus ojos dejaron de soñar.

Llovía y sin embargo la tierra se mostraba árida, sin querer absorber la tibieza que formaba música al caer sobre sí.
Llovía y la tierra fue masa madre; dobló su tamaño, hieldó semillas en su interior, colores de fuego que el arco iris logró imaginar.

La tarde se obligó a llover cuando comenzó la primera de las lluvias, la que se reflejó en el cristal.

Las letras son borrosas, como lluvia bajo el mar.