Los lapsus límpidos que emites llegan a mi piel en forma de energía eólica y yo me muevo a tu compás quebrando la monotonía de mis latidos inertes.
Arrecia el impulso cósmico, las órbitas acercan sus ejes al cráter del volcán y desechando el alrededor se combinan en su lava ardiente.
Las máculas de la luna no se ven desde el exterior.
El hada y el laberinto, Javier Navarrete