Sucede la noche negra
espantosa
inquietante
con la ausencia pegada a la espalda.
Dejo caer un sueño
desnudo
pirueta sobre un tobogán onírico
para deslizarme entre tus dedos.
Sombra de nubes
alargando los ojos
el corazón
siempre tiembla.
Tiendo mis labios al aire
a la luna escondida en el viento
cuando murmuro tu silueta, luchando
contra el presente
monstruo que me devuelve indiferencia.