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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


18 de noviembre de 2009

Aromas del otoño


Crecen los escalofríos
apuñalando los dedos
sangre convertida en lluvia
que espera allí en el fondo
recuerdo de una memoria
trazo en verso, sueño loco

Atrás quedan los sonidos
media ahogados en el lecho
de aquel agua removida
y era antes de color rojo
un río leve, la vida
despertando los retoños

Va llevando el aire gélido
el último y tibio aliento
que los labios escondían
como si fueran tesoros
y en los ojos son heridas
los aromas del otoño