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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


5 de noviembre de 2009

La curva del sueño


Y así, abrazada a la almohada, llega él, penetrando los escondrijos de mi mente.
Me abandono, me vacío de pensamientos, de voces, de todo lo que me daña, y dejo que, suavemente, el cuerpo se me vaya.
Camino hacia un lugar distinto, un sitio oscuro que no recuerda mi mirada, y allí, me fundo con su aroma, con su sabor irreconocible, fantasma.
La boca se me llena de colores, el cuerpo de silencios que palpitan cerca del agua, y siento que está conmigo y me posee, adueñándose de mi alma.
Él es quien me ama.