Esta cadena que siempre me amarra
palabras sangrantes a la cintura
es implacable como la negrura
de una ciega mirada y me desgarra.
Melancólica nota de guitarra
es indeleble punto de ruptura
signo de una cicatriz que no cura
y siento mi alma atrapada en su garra.
Son crepúsculos todas las pasiones
eternidades de carnes que esperan
recontando nebulosas perdidas.
No basta con susurrar ilusiones
para calmar los dolores que hubieran
no bastan para sanar las heridas.
Soneto