De dormida siento tus ojos
esperándome en la orilla
de la noche profunda y oscura
que los míos adivinan.
De dormida son los silencios
de tu boca siempre quieta
los que me rondan y me buscan
encontrándome a tu vera.
De dormida son tus caricias
son tus besos los que siento
y como un arrullo de luna
me susurras mientras sueño.