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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


9 de diciembre de 2009

Enamórate del viento


Donde te encuentren los sueños
sobre las montañas blancas
sobre los tejados rojos
enamórate del viento.

Enamórate del viento
que la tierra no te amarre
el corazón al silencio
huye con él a los cielos.

Huye con él a los cielos
se el capricho de una nube
y llueve siempre a deshora
como caricia en el firmamento.





Esta poesía la escribí el día 21 de septiembre de este año; estaba leyendo en el blog de El Poeta, y estas fueron las palabras que vinieron a mi mente.
He cambiado un poco el final, creo que queda mejor así.
En su día fue un regalo para él; lo sigue siendo.

Un beso, V.