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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


11 de diciembre de 2009

Matiz de atardecer



Reconstruyo en mi boca la herida que el silencio transforma en dolor.
Tan inútil es intentar abrazarte como lo es gritar, si no hay nadie que escuche, ni nadie a quien estrechar.

Mientras tanto las palabras se agolpan en la espalda, ese otro lado que jamás podré llegar a ver.

Dame la mano, que no puedo ver la tormenta, y la necesidad de ahogarme en el agua me impide naufragar.

No, no dijo él.

Voy aprendiendo a vivir con la mirada perdida, creyéndote ver en cada hoja que el viento susurra, en cada matiz del atardecer.

El temblor recita poesías y los labios sueñan, o sangran, no sé bien lo que es.