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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


10 de febrero de 2010

Fuera de tus ojos

He amanecido fuera de tus ojos.
Cansada de seguir soñando.

Grito; los gritos son espirales que se ocultan entre las manos del viento, perpetuos dedos que semejan garras.

Y caigo; sin querer caigo desde el borde, desposeída de todas mis formas, caigo en esa melancolía que llega a traspasar mi cuerpo, haciéndome gris, invisible a las miradas.

Podría imaginar, no sé, que luego lloverá, que el agua del mar es dulce, que si me duermo tú aparecerás.
Pero no me duermo.

No estás.