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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


16 de marzo de 2010

Guardo en mis manos



Guardo en mis manos
la esencia del viento
que el olvido arrancó de cuajo.

Nebulosa atrapada en el puño
cerrado como si fuera invierno
penetrando en los dedos
cuajados de nieve y espanto.

Están los árboles respirando
de las raíces el sueño
que la lluvia gélida
sembró en el espacio
refugio de ayeres escuetos,
puntos negros alrededor del blanco.

Y mañana no habrá cielo
para volar cometas en el aire
denso, ensimismado,
carente de arrullos.
Tiempo alterado.