La coraza del tiempo envuelve a la nostalgia
punto irreverente que alcanza un silencio
preñado de simbiosis.
Como liquen adherido a una piedra
la piel se palpa árida;
yo hongo parduzco
tú alga verde.
Qué motivo tiene la metáfora
para avecinarse entre nosotros
sesgando palabras, incorpórea
como si no existiese.
En algún pensamiento espacial
la grieta de la dura madre permanece intacta
dejando escaparse al aire.