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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


19 de abril de 2010

La coraza del tiempo

La coraza del tiempo envuelve a la nostalgia
punto irreverente que alcanza un silencio
preñado de simbiosis.

Como liquen adherido a una piedra
la piel se palpa árida;
yo hongo parduzco
tú alga verde.

Qué motivo tiene la metáfora
para avecinarse entre nosotros
sesgando palabras, incorpórea
como si no existiese.

En algún pensamiento espacial
la grieta de la dura madre permanece intacta
dejando escaparse al aire.