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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


22 de julio de 2010

Hileras de tiempo


Espérame, que dejé atrás la sombra
y la luz me hace soñar.

Espera, volveré al cabo de antaño
donde antes la vi, pequeña,
símil de penumbra,
de poesía ensimismada,
origen de sangre y aliento.

Espérame en un intento de caricia,
en la gana de ternura
que queda en el hondo cáliz de la flor.

Retrocede el aire y su fragancia
forma eslabones de hileras de tiempo
dándose las manos.