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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


15 de agosto de 2010

Oxígeno para tus labios

A pies desnudos caminé sobre los cristales de mis derrotas ...
apaciguando los dolores del alma.
Bebí ámbar reseco y cortante ... ardí entre cortezas de pino negro.
La luna se hundió en mi carne ...
y ahora el sol se evapora por mis poros.

A pies desnudos y tu sombra sobre mis raudales.
Desnuda mi alma, mi mirada que te sonríe ... eterna
desde el fondo inabarcable de mis ojos
contemplo abismos infinitos cabalgados por estrellas.

La simiente de lo conocido mana en los sueños
y la senda polvorienta nos advierte que nunca será camino ...
lo que se trace fuera de nosotros
garabato será a los ojos del tiempo ... del espacio infinito.

Cada surco de memoria que abandono en el cuerpo
se vuelve estela que cicatriza en alboradas de resurrección
alas que acarician la melodía de las suaves pieles
cantos de pasión del sol y la luna.

Ayer te miré teniéndote dentro de mis entrañas,
ayer me vi en tus pupilas de hierro.
fui el oxígeno que respiraban tus labios
ahora soy barco de papel mojado ... sin timón ... varado.



De entre mis dedos y los de un amigo poeta, muy querido y especial, surgió este poema, el día 5 de agosto.
Gracias, amigo mío, guardo una maravillosa sensación de aquel momento.
Un beso para ti.