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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


27 de agosto de 2010

Peregrinajes

No sabría decirte qué es lo que se me pasa por la cabeza; podría ser una sensación nómada, pero creo que es tan sólo agua.

Hablo con la transparencia de un río soberbio que, creyéndose libre para penetrar mi cuerpo, no piensa en que pronto el mar será su amante.
Y de repente se agolpa en mi sangre, habitando los pensamientos más sutiles, aquellos que ni yo misma percibo, pues son solamente ideas tránsfugas navegando en mis sienes.
No puedo decirte que sienta frío, ni que me agote ese sol situado frente a mis ojos; no puedo decir que arda o me congele, pues el alma está llena de recuerdos y allí unos viven, otros fenecen.

Hoy me ha dado por comer cerezas, por crear luz a partir de la nada, para viajar en ella y nacer como amanece en el horizonte.

Sin embargo no sabría decirte lo que siento, no lo olvides.