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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


17 de septiembre de 2010

Los mares intactos


Cuántas veces te dije, sin decirte,
que la penumbra me castiga
dejándome enamorada de las nubes;
tantas que mi cuerpo
se rebela en esta insólita agua
y me acuna la promesa de ser simiente brotada
a la sombra de tu sonrisa.

A la sombra de tu sonrisa
equilibro el paso de las olas,
de los mares intactos
que perennes me juran
ser eternos en mis labios.

Eternos en mis labios
tus besos como auroras
me anudan a la caricia
que íntima siento en la boca.