El océano vuelve
De ese O en tî
y una ola que me calme
todo el cielo,
la voz quebrada
este llover de tormenta
sobre mar gris.
De ese O en mí
harapo tu carne,
al vestir mis ojos
rendidos a morir,
pretéritos en la noche
mordiendo tu corazón.
De ese O
palabra en dedo,
palabra en mano,
mis labios descansan en los tuyos
y el océano vuelve
sabiéndome a ti.