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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


16 de diciembre de 2009

El mar azul

Sumida en la liviandad de un silencio intangible, cierro los ojos y sin querer mi mirada vuela hacia ti.
Te siento etéreo, adosado a mi piel, y sin embargo el roce de tus labios hace huella en mi aliento, recordándome que un día pudo suceder.
Es este el sueño que nadie logrará jamás arrancar de mí; tesoro que tu y yo enterramos en la arena, como si fuera una piedra más que nunca podremos volver a encontrar.

Hoy no es diferente, ni ayer lo fue, pero la lluvia me susurra tu nombre,
y el mar siempre es azul.