cabecera
















¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


18 de enero de 2010

Guardián en la sombra




A ti, guardián de tantas soledades
de los misterios que buscas a oscuras
cicatrizando heridas, mis suturas
más profundas; a ti, dueño del Hades
de mi vida, de mi ser y de edades
confundidas en sombras y dulzuras
que los ojos ocultan; mordeduras
de las bocas en sueños, ansiedades
que en los labios son besos color lluvia
sin fin, término o espera, a qué esperas
para mirarme despierta o dormida,
guardián en esa sombra, mi alma huida
si en los brazos de la noche serás
tú, mi agua, ¿no sientes como diluvia?



No es del todo un soneto, la rima falla en el verso número trece.