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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


12 de febrero de 2010

A un paso


A un paso del cálido abrigo
que los pétalos invernales
guardan en su cáliz
ignoro el aliento de la tormenta
que se cierne sobre los cristales.

Me recojo en un copo de nieve
blanco, impoluto
instalado en los ojos
tesoro allí líquido
que fluye libre en el aire.

Siento el alma en un sueño
desprovisto de imágenes
sólo silencio y sonido
memoria de color difuso
que me obliga a recordarte.

Hay vértices dolorosos
extremos de nubes
derivados a espinas
engarzadas a las cicatrices
como puntas de estrellas que brillan
siempre imposibles.

Dentro de las sienes
corren las cimas de los montes
deprisa, deprisa
como si fueran metáforas
señales en una carrera eterna
que acabará llena de sangre.