Oigo
de tus manos salen cuerdas
sonidos agrietados
los dedos se me escapan
inmóviles, cautivos del aire
atándome a la cintura
los labios, para no nombrarte.
Si me lanzo al vacío
los ojos los pierdo
en la sombra del olvido
pero no temo mirarte
mar que resuena
aquí
en mi seno latente.
Oigo
escucho como caen las horas
o son las nubes. No,
no distingo los sueños
si duermo, si vivo
o quiero morir en los tuyos.
Todo lo que necesito
cabe en un puño
firmamento, océano
un río que discurra, paralelo
al cauce del mío.
Nada más que ternura
ápice de un beso
un poco de lluvia.
Música: Fragmento de Peace from your eyes, de Sybaris
Neuronium