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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


2 de marzo de 2010

Contigo hasta la tumba


Contigo hasta la tumba que ya espera
ceñirnos con el frío de su manto
lúgubre, renegrido camposanto
que convierte las carnes en quimera

y los cuerpos en polvo; solo cera
mezclada con la tierra, con el llanto
de las rosas marchitas, antes canto
brotando entre las piedras, primavera

de suaves manantiales y dulzura
llovida desde el cielo; cuánta vida
tenían las tormentas y los vientos

hoy muertos y enterrados bajo cientos
de pedazos de luna malherida
que tú y yo uniremos con ternura




Soneto