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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


28 de marzo de 2010

El hombre de eco


Era inapreciable el gesto de la mirada.

Adherido a la quietud de un sueño
nunca amaneció tan distinto;
a su lado, la enredadera suspendida en el aire
le permite apartar sus raíces
para ver el salitre de sus ojos.

Y las nubes hablaron de ríos que ascienden colinas
entre palabras de niebla.

El hombre de eco responde vacíos
mientras ara la tierra con su sufrimiento