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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


10 de mayo de 2010

Desde dónde me llamas

Desde dónde me llamas
que las aristas de tu boca
son estatuas de arcilla
disgregándose en mis dunas.

De qué éxodo regresas
después de cada muerte,
de cada batalla perdida,
que tu cuerpo exhala porvenires
de hambre derribada
y eres espina que se hunde
en la carne de mis lágrimas.

Por qué el vaho de tu silueta
se refleja en los cristales
tras los que el agua es barro
y la tormenta miente temprano,
como siempre, nunca en la sombra
del origen de la herida.

Desde dónde me hablas
que tu voz me besa
como besa la bala el alma,
haciendo mella en la luna que llevo dentro
y se enturbia con sangre el vértice
de la llaga y su caricia.