¿No tienes en la boca suficiente silencio?
o son los dedos de tus manos ese olor,
el que percibo si abro los labios.
¿De quién es el mar de versos?
de quién habla la ola que va y viene,
nunca yéndose, nunca viviendo.
En el exterior la mujer cambia
si sonríe, o llora, si imagina
dentro el interior de un beso.
He cuajado la alegría en una lágrima.
¿No tienen tus ojos suficiente silencio?
o son las brumas de tu cuerpo
las que insinúo si cierro los labios.
¿Quién duerme sin sueños?
a quién pertenecen las ruinas del alma,
el que siento en el corazón,
él, que me ama.