si acallo la voz.
Apretando la cintura
hago que el agua vuelva al río
de donde los labios bebieron
rayos de sol.
Hoy la hierba tiene eco.
Sobre el campo agreste
siento a una flor
gritar su dolor.
Me escucho interiormente
aleatoria en un muro de palabras
dentro de la cueva de la luz.