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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


4 de mayo de 2010

Una noche son tus ojos

Parecía que la sensación estaba desapareciendo; ya no intentaba encontrar silencios entre sus dedos, no, pues la mayoría de las veces aquella distancia se mermaba generando un mundo paralelo.

Otros dirán que la felonía es cierta; yo lo sé, pues sé mirar donde debo sin que me distraiga la arena, el polvo o el mismo barro que con las manos moldeo, con dolor, la verdad sea cierta, existe dolor interno; pero no me ahogo, o si, también sé que debería comenzar a llover pronto para mitigar el escozor de los ojos, ese que no me deja dormir.

Ahora mismo me gustaría estar dentro del mar, un mar dulce y salado, aquel que me dejó sin aliento, pero acaso la profundidad de su abismo sea lo que me ha atrapado y sea yo misma ese vacío que siento cuando no puedo respirar.

No deseo más, me amarro el viento a la cintura y me dejo libre para salir a volar.

Una noche son tus ojos.
En mi piel se hará el mar.