cabecera
















¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


14 de julio de 2010

Que nos den un mundo


Bordo la voz en tu palabra
y tengo tanto que callar,
tanto que decirte a oscuras
que ella, mi voz, te mira
desde la profundidad de su garganta
donde te respira y hay sed
de destino para soñar.

Niño que eres y me estás musitando
amor alrededor de mis sienes;
qué he de ser sino niña en tus ojos,
que he de sentirte sino aquí,
donde eres hombre, y yo mujer
te hago mío,
y eres tan mío que eres yo.

Que nos den un mundo para amarnos
y allí me sea dada tu piel
para yo hacerla a forma de mi carne
porque en ti yo vivo, en ti yo soy
amor que a la vida me arroja para sentirte así.

Y así te amo, con ganas de saciarme,
con ganas de perderme y de perder
con tu cuerpo mi latir.

Que me sea dado un mundo sin dios
en el que tu nombre se deslice impetuoso sobre mí,
y te me hagas dolor, agua, aire, vida, calor,
deseo de alcanzarnos y gozar de nosotros dos.