cabecera
















¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


30 de agosto de 2010

Cenizas de alba


No extraño la oscura entraña
del silencio que trepa por las paredes,
oscilando en la indemne caricia
de las cenizas del alba.

Amanece la distancia
envuelta en tules nocturnos,
y el sabor de la luna
se revela agridulce.

Baldío es este paso trashumante
de abandono en la bruma,
este vestir el cuerpo
con plumas de lluvia
que sangran cada noche.

El invierno se ha sumido en el rostro,
en los ojos de lumbre,
y en la boca mana un lago
de versos volátiles.

Llevo tu mirada en mi locura,
tu beso en la mente,
y una simiente de horizonte
se talla entre mis sienes.