Y con no esperar, motivando tan sólo el cese de la tensión de la cuerda, los ojos siempre alertados a la mínima expresión, donde el eje se soporta con impasibilidad y esmero, coincido con el ácido clorhídrico que corroe los sueños, por ser o no ser si siendo desde el otro lado se asoma algo antes difuminado, ahora espeso como chocolate fundiendo los labios que otro mañana tendrá voz cuando se acabe por completo el día que menos pienso.
Podría ser peor o bailar con el más guapo me supone total indefensión; quiebro los quiebros, los ya partidos al medio o en terribles retazos diminutos que por ser blancos no tienen conciencia ni resumen formas de energía eólica o térmica; sin súplicas rompo el marasmo nocturno, las posibilidades de yacer contigo en otro tiempo en el que, amor, te quise hasta sentir que todavía muero en cada flor que el sol agrieta detrás de lo imposible, o me muero porque te quise y luché contigo hasta matarnos los averiguos, aquello que de no ser verdad lo hubiera tomado por beso, y beso, si, beso sin besarte a ti, a ninguno.
tlf, win