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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


5 de agosto de 2010

Libídine


Me quiebro en el oeste de tu piel,
corrompida, perversa,
entreabierta por tu sexo,
y el mío, húmedo y febril
busca el compás de la marea.

Beso, arrebato, lascivia
en las carnes que se aprietan,
éxtasis que escapa en la deriva
de los alientos del hambre satisfecha.