No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí. Aunque sea jade, se rompe. Aunque sea oro, se hiende, y el plumaje de quetzal se quiebra. No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí.
En la umbría del sueño se generan amaneceres que florecen al pie de los árboles.
Llegada desde el silencio una estrella migratoria recrea mariposas en tus retinas, y alzan el vuelo, fantásticas tus alas, en mis albores.