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¿Acaso en verdad se vive en la tierra?

No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende,
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.

Netzahualcóyotl de Texcoco


14 de septiembre de 2010

Insolitaciones



Dilo, entonces dilo antes de que pretenda saberlo mi memoria, pues para entonces ya me habré ido llevándome el color de tu boca.
No retrocede la indecisión, dilo antes de que desaparezca la sensación nívea, la magia de esa luz que me parpadea la inconsciencia.

Es insólito que te bese, y luego huya.

Me voy, si, me voy hasta de mí, de ti, me voy al espejismo de las arenas, al desierto de sed de un pez varado en la orilla de una puerta.
Me maravilla este azul que penetra en mis sueños, estas olas que disipan mis fantasmas transformándolos en hermosa lluvia.

Es insólito que te ame, y luego huya.

Tal vez quede un jirón de mí en tu alma, una mínima fracción errática que no halla remanso donde estarse quieta y serena; tal vez un día se quede hueca y su corazón contenga nada, esa nada que ni sangra ni pulsa.

Dilo, dilo antes de que despierte y desaparezca.