No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí. Aunque sea jade, se rompe. Aunque sea oro, se hiende, y el plumaje de quetzal se quiebra. No para siempre en la tierra, solamente un poco aquí.
El suelo está lleno de hojas/ como pequeñas manos
que recogieran la lluvia/ y estancasen el viento.
Así se va yendo la noche./ Queda la sombra vacía
dentro del árbol de una nube./ El agua escucha una voz de océano:
en el lecho del río el día corre.